miércoles, 7 de marzo de 2007

¿Qué esconde la GLOBALIZACIÓN?

La globalización es el escenario de las relaciones internacionales y el referente en el que se han de fijar los objetivos de todos los participantes de la economía internacional, tanto empresas, consumidores y los gobiernos de los Estados nacionales. La globalización se caracteriza por la intensidad de la interdependencia entre todos los actores económicos, superando los límites políticos y geográficos, de tal forma que la autonomía de las naciones se ve sometida a la dinámica de la economía mundial. Además los desarrollos tecnológicos en las comunicaciones y en el tratamiento de la información (ejemplo más significativo: Internet) permiten un conocimiento mucho más completo de la realidad y facilita la toma de decisiones con menor necesidad de tiempo.
Por tanto, es el resultado de la expansión del capitalismo a escala universal y así es presentada como triunfo definitivo del mercado, trayendo éste consigo sus virtudes y defectos transferidos a la globalización. Se valora su contribución a la mejora de la eficacia y eficiencia en el empleo de los recursos disponibles; incentivar la competencia, libertad de los agentes económicos, aceleración de obtención de ganancias de productividad...y "satisfacción de las necesidades humanas".
Pero...¿a quién satisface?...¿a todos? o ¿sólo a los q pueden permitírselo?
Lógicamente, esta cuestión nos conduce a un creciente pesimismo acerca de las consecuencias de la globalización en la medida en que el sistema capitalista, en su dinámica de concentración y centralización económica, se acompaña de la aparición de múltiples desigualdades, además de la asimetría funcional entre los propietarios del capital y los demás, base del sistema, aumentando aún más las diferéncias entre ricos y pobres.
Cada vez en menos manos está la capacidad de decidir el funcionamiento de la economía mundial y cada vez menos centros de producción se abastece a mayor parte del mercado. La globalización ha acentuado la relevancia de las empresas multinacionales, por dos motivos: la menor intervención directa del Estado en los asuntos económicos, donde el papel de las empresas se ha engrandecido y segundo, por su movilidad, junto a las tecnologías de comunicación, ha permitido a las empresas constituirse como fábricas globales que atienden a mercados globales.
La globalización ha hecho más lacerantes las diferencias de las condiciones de vida de los distintos ámbitos políticos y geográficos. El subdesarrollo se ha colocado en el centro de las críticas a la globalización. No solamente no se ha producido el efecto "chorreo" del progreso económico y social de los países desarrollados, sino que la vulnerabilidad de los más débiles se ha traducido en un agravamiento de su situación: parados, personas de menor cualificación laboral, economías nacionales subdesarrolladas, etc. los cuales no se benefician de esta <>.